El puff , es el
típico accesorio al que siempre se le saca partido, y es que resulta práctico y
sobre todo bastante cómodo.
Sin embargo, no siempre es fácil encontrar el
puff que queremos en tiendas, ya sea porque resultan demasiado rígidos o
pequeños.
Se pusieron muy de moda
en los años 90. Es un asiento que queda muy bien en la mayoría de los salones,
que a veces nos los traíamos de recuerdo de algunos viajes. Es un sillón
blando, que no tiene respaldo y fue inventado en el año 1968. Tiene
un relleno de material blando, que lo hace tan cómodo, cubierto por una tela
más rígida, que habitualmente suele ser de cuero, aunque también puede ser de
tela, de plástico, etc.
El interior suele tener
poliestireno, material éste que lo hace adaptable a todo tipo de usos posibles.
Se emplea para apoyarse, para tumbarse, para apoyar los pies o para sentarse.
Hay diferentes modelos, de colores y de tipos diversos de decoración. Suele
quedar bien en prácticamente cualquier lado de la casa, en interiores o en
terrazas.
Lo primero es crear los
patrones para hacer el puff. Necesitamos dos diferentes, uno para los círculos
inferior y superior, y otro diferente para los 4 lados del puff. Bueno aquí
está explicado paso a paso...